Por: Juan José Contreras Lara
En cumplimiento a lo que establecen las leyes federal y local que dan norma a las elecciones, está en marcha en todo el país el proceso que tendrá su fecha culminante el primer domingo de junio, cuando los mexicanos acudamos a votar.
En Guerrero, en estos comicios concurrentes, se elegirá a quienes habrán de ocupar un total de 792 cargos, entre ellos los de la gubernatura, así como 80 presidencias municipales, 85 sindicaturas, 580 regidurías, así como 46 diputaciones, tanto de mayoría como plurinominales que integrarán la futura 63 legislatura del Congreso local.
Estimo que en Guerrero las condiciones están dadas para llevar a cabo exitosamente el gran esfuerzo legal, operativo, logístico, jurídico y tecnológico que significa convocar a más de 2.5 millones de electores, organizar el proceso, vigilar la actuación de los partidos políticos y sus candidatos, procurar que la jornada electoral transcurra sin problemas, contar los votos y dar certidumbre a los resultados.
Planteado así parece simple, pero si lo cribamos por el complejo basamento legal electoral, que finalmente ya no tuvo mayores modificaciones que las previstas, el tema muestra su real complejidad.
Por fortuna en Guerrero, el proceso de maduración de las instituciones electorales locales ha avanzado notablemente, contamos por ejemplo con un órgano local, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, con un muy alto grado de confiabilidad, no sólo porque su integración ha sido transparente, sino porque su actuación observa un notable grado de pulcritud y eficacia, a pesar de que desde luego también se ha tenido que adecuar a la pandemia y la nueva realidad.
Esa institución, que encabeza Nazarín Vargas Armenta, el consejero presidente, se encuentra ya en medio de una calendarización de actividades que no da tregua.
Además de dar formalidad al inicio del proceso, el IEPC está inmerso en actividades tan diversas como la integración de los Consejos Distritales Electorales, tal y como lo marca la ley, para lo cual se emitió la convocatoria correspondiente. De igual manera, se dio inicio al nada simple mecanismo de designación de observadores electorales, una figura muy reclamada hace años y que ahora es otro factor que da confianza a los electores.
También el Consejo General emitió un aviso donde recuerda a todas aquellas personas físicas y morales interesadas en la difusión de encuestas o sondeos de opinión, que se deben sujetar estrictamente a lo que establece la ley, para evitar la aplicación de sanciones. No se trata de limitar o constreñir esa actividad, sino de darle certidumbre para evitar lo que ha
sucedido en otros procesos, cuando se difunden estudios estadísticos cuya transparencia y metodología está en duda.
Cito sólo algunas de las acciones del IEPC, pero independientemente de ello, hay que sumar el trabajo permanente de las comisiones y sobre todo el notable esfuerzo de la institución por fomentar la cultura democrática entre los guerrerenses.
Todo ello confirma que en el estado contamos con una autoridad electoral profesional, capacitada y confiable. En junio nos corresponderá a los ciudadanos con nuestro voto razonado y maduro, aportar la materia prima para que todo ese esfuerzo sea exitoso