Por: Federico Sariñana
La confrontación que vivió Morena en su proceso para seleccionar al candidato a la gubernatura de Guerrero está lejos de superarse. Por el contrario, comienza a replicarse y extenderse en los otros procesos de selección de candidatos y definición de espacios del partido.
De los 17 aspirantes no seleccionado, Félix Salgado Macedonio solo recibió el apoyo -inmediato y claro- de Beatriz Mojica y Marcial Rodríguez. Adela Román reconoció el resultado sin mayor emoción. Nestora Salgado lo felicitó, se retractó, lo negó, culpó a los medios y después se olvidó del tema. Nadie más.
Tres aspirantes (Pablo Sandoval, Luis Walton y Ernesto Payán) recurrieron a instancias judiciales.
La lucha se trasladó al Congreso: el pablista Jesús Villanueva, fue relevado de la coordinación de la bancada de Morena por 12 de los 22 diputados (apenas la mitad), quienes avalaron a Alfredo Sánchez. Los 10 inconformes, ni felicitaron a nuevo líder. Titulares de otras áreas (Comunicación Social, por ejemplo) fueron echados y otros más serán relevados en las próximas semanas.
El representante de Morena en ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCGro), Isaac David Cruz Rabadán, también pablista fue sustituido por Agustín Feliciano García Flores, cercano a Marcial Rodríguez. ¡Vaya casualidad!
Sin embargo, la mayor confrontación y peor escenario está por venir: infinidad de registros para ser candidato a diputado federal y local, así como para alcaldías. Militantes, simpatizantes, externos, expriistas, experredistas, expanistas, priistas, panistas, perredistas: luchadores sociales, lucradores sociales, etc. Ningún filtro o control.
Ni los propios aspirantes saben contra quién competirán, cuándo y cómo.
La dirigencia estatal (no hay dirigente, solo un secretario en funciones que también busca cargo e impulsar a sus cuadros), no tiene capacidad para organizar un proceso interno tan amplio, diverso y conflictivo.
Las corrientes o grupos (esas que se criticaban tanto el PRD) decidieron registrar cuadros para todos los cargos con el objetivo de negociar otros espacios, cerrar el paso a figuras de otras corrientes y hasta de ver si se sacan la lotería.
Pese a que el género -se supone- será un filtro, hay infinidad de registros con el objetivo de hacer cambio y dejar fuera a competidores. Por ejemplo: en Chilpancingo y Acapulco, aunque -supuestamente- las candidaturas a esas alcaldías será otra vez para mujer hay varios hombres apuntados que buscan cerrar el paso a sus compañeras.
¿Será Morena capaz de sobrevivir a Morena?