Por: César González Guerrero
Los gobiernos de México, cada sexenio, se caracterizan por anunciar «soluciones» de gran impacto social pero, al final de sus gestiones, cualquier motivo es bueno para justificar su incumplimiento.
Como sea, la ineficiencia gubernamental y el engaño a la gente, es predominante.
Después de la Revolución Mexicana de 1917, en la Constitucion política, se tiene teóricamente, solución a todos los problemas, en la realidad todo es diferente. Los derechos y obligaciones están plenamente establecidos, pero a pesar de ello, hay pueblos y sectores sociales, como el campesino, que no saben lo que es justicia, no se otorgan los beneficios que ordena la carta magna.
Precisamente uno de esos beneficios pendientes es el apoyo al campo.
Sexenio tras sexenios, de todos los colores, no han cumplido sus promesas.
Solo por ejemplificar, hay testimonios de como, cada vez más, el campo en Guerrero y la Costa Chica, está en el abandono.
Aunque es de reconocer que unos menos y otros más. Los tiempos también impactan favorable o desfavorablemente.
Como sea, la obligación de las autoridades es solucionar problemas sin pretextos.
Desde el periodo de Miguel Alemán Valdés (1946-1952), pasando por las gestiones de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), Adolfo López Mateos (1958-1964), Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), Luis Echeverría Alvarez (1970-1976), José López Portillo (1976-1982), Miguel De la Madrid Hurtado (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), Vicente Fox Quezada (2000-2006), Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), Enrique Peña Nieto (2012-2018), hasta Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), la producción agricola cada día es más crítica.
Como ejemplo, vemos que en varios municipios de la Costa Chica ya no se produce arroz, ajonjolí, algodón, Jamaica, etc., y la producción de coco, limón, mamey, toronja, guanabana, cajel, guayaba, papaya, etc., ha disminuido y tiende a extinguirse por completo.
Debido a la incapacidad, deficiencia, irresponsabilidad, ignorancia, en lugar de apoyar al campo y a los campesinos, son perjudicados.
Por tal razón es urgente que las autoridades federales del área agricola, se aboquen a elaborar un Plan Nacional de Emergencia de Rescate de los Productos Básicos del Campo.
Por supuesto que la prioridad, para los productores de Costa Chica, es apoyar a los copreros, en virtud de los cuantiosos daños causados por una plaga desconocida.
Desde luego que el Plan de Emergencia propuesto, abarca toda la producción que existe en la región.
Ojalá algún funcionario, de tantos que existen, se entere y se interese en apoyar a los campesinos de Guerrero y la Costa Chica…
ya veremos.