Por: Misrahim Olea
El COVID-19 cambió completamente la vida de todo el mundo; crean o no en su existencia, la cotidianidad se ha visto afectada. El uso del cubre bocas y la insistencia en guardar la sana distancia afectan de una u otra manera nuestro día a día.
Se ha hecho muy popular en redes sociales la frase “éramos felices y no lo sabíamos” y es cierto, con las limitaciones que se pudieran llegar a tener, salir a la calle, ir a la escuela, saludar a las amistades y abrazar a la familia no era tan valorado como ahora.
Chihuahua regresó a semáforo rojo, lo que lo vuelve a poner en la situación que vivimos en los primeros días de abril, cuando comenzaba la pandemia. Nuestra entidad continúa en semáforo epidemiológico naranja y si no ponemos de nuestra parte como ciudadanos, sin duda estaremos en peligro de retroceder como lo hizo Chihuahua
“Salvemos la navidad” no es un llamado superficial. En un estado con vocación turística como es Guerrero, la temporada vacacional de diciembre significa que quienes viven del turismo, quienes tienen la mayores ventas en esas fechas, quienes prestan sus servicios por temporadas están expuestos a que este año sea el peor.
Seamos empáticos con el otro, hagámoslo por nosotros, por los demás, ayudemos entre todos. Hay que lavarse las manos, usemos cubre bocas, apliquemos la sana distancia, evitemos lugares concurridos, cuidemos a la familia ¡salvemos la navidad!